La auténtica intimidad te desvela la verdad

Trabaja en tu intimidad para conocer la verdad y liberarte del “mal”.

La intimidad te ayuda a conocerte

Actualmente vivimos enfocados en el hacer. Somos entes que sólo buscan el placer.

Y es normal. Todos nos sentimos atraídos por cosas que nos agradan. El suave murmullo del oleaje serena nuestro oído y nos aleja del vacío. El sabor suave de una manzana deleita nuestro gusto con frescura y dulzura.

Cuando sentimos placer todos nuestros sentidos están complacidos. Nuestras emociones son agradables, nuestros pensamientos aceptables. Nos sentimos fuertes, valientes. La vida recorre nuestras venas como el arroyo de una montaña tras la nevada.

Debemos valorar esos momentos, y entender nuestros sentimientos. ¿Por qué siento esa energía desbordante por todo mi cuerpo? ¿Cómo puedo mantenerla por mucho tiempo?

Porque de repente, a veces, de los campos del éxtasis, de los jardines del Edén caemos, repentinamente, a las profundidades oscuras del terror, a los mares profundos del horror.

Y entonces un sinfín de pensamientos negativos nos acechan, nuestros temores se exacerban, nuestras emociones se alteran. Hemos dejado de ser esos dioses repletos de poder, y nos hemos convertido en esclavos amargados por el placer.

Porque el placer es algo efímero, etéreo, en muchas ocasiones, parece incluso selecto. Si nos paramos a pensar un momento en que sacrificamos toda nuestra energía en ir detrás de algo que por naturaleza es perecedero, breve y que no tiene miramientos, algo cambia en nuestro interior. Hemos vislumbrado la realidad: ir en busca del placer sólo nos lleva a padecer más estrés. A actuar por interés.

Para que nuestra consciencia, sabia y eterna, penetre en nuestras vidas y nos muestre todas las mentiras, para que nuestro ser pueda ver sin el velo del interés, es muy acertado trabajar nuestra intimidad. Ir en pos de la verdad.

La intimidad es entablar una relación próxima con tu ser interior. Es conectar con esa parte de ti que por ser invisible, muchos creen que no existe. Porque es de ahí de donde surge la verdad. De tus miedos siempre sacarás provecho. Tus intereses te ayudarán a entenderte. Tus cóleras serán tus mentoras. Y tu ser tu amigo más fiel.

La intimidad es crear un espacio en tu interior de auto observación y contemplación. Es ver lo que ocurre, sin juzgar ni opinar, con amor y honestidad. Requiere tiempo, paciencia y una voluntad férrea. Al principio te parecerá un camino escabroso y complicado, confuso y salvaje. Porque jamás lo has transitado. Pero sólo es cuestión de empezar y cada vez se aclarará más.

La intimidad y el mindfulness para liberarte de tus miedos

Destapar tus miedos a la luz de la consciencia es una manera de intimar contigo mismo muy satisfactoria y liberadora. Intentar entender tus temores, ver en estos sentimientos hechos anteriores te enseña a observarte con un ojo más distante. A contemplarte con más bondad y menos desastre.

Porque todo lo que piensas ahora, es un cúmulo de hechos anteriores. De convenciones y lecciones.

La intimidad es entablar una relación permanente con el momento presente.

Es volver a conectar con ese ser de amor que está en nuestro interior.

Volver a familiarizarse con la inocencia pura de la vida, que sabia y madura, te destapa una realidad más profunda.

Es sentir que te realizas a cada instante. Percibir una confianza desbordante.

Porque cuando destapas todos tus miedos y ves que tú no eres eso, te liberas de un gran peso. Ligero, sin bagajes condicionantes y con un amor por el instante, caminas por el sendero de la vida, que sólo es amor y alegría.

La intimidad es la llave de la verdad. Una caja de pandora muy liberadora.

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