maeknapnougel Disfruta de los primeros momentos del día con un delicioso y nutritivo desayuno vegano.
Los primeros destellos del alba te ofrecen la tranquilidad y quietud, el tiempo y el espacio para elaborar un desayuno vegano, con parsimonia y atención, con gratitud y devoción.
El silencio te inunda con su magia renovadora, el sopor te abraza con su calma afectuosa. Los primeros gestos son esenciales, vitales. Despertar al alba para crear, con tus manos, un desayuno vegano, colorido, mágico y curativo es un lujo terrenal que puede convertirse en un auténtico momento espiritual.
Cuando solo existe el cielo, el mar, el alimento y tu creatividad, surgen delicias que nutren a tu cuerpo y alimentan tu espíritu.
Mientras mana, de las tinieblas de la noche, un sol naciente, que colorea el cielo con destellos pálidos, rosados claros, y un gris azulado, el cuerpo comienza a despertar ante la llamada matinal.
Cocinar un desayuno vegano, con tus propias manos, es muy importante a la hora de completar el circulo espiritual. Enfocar la atención en cada gesto, pensar en el origen de cada alimento, entender el aporte de cada ingrediente conforman hábitos saludables que incluir en tu rutina diaria.
Combinar sabores afrutados con texturas vegetales e ingredientes integrales, de forma concienzuda y mesurada, destapa resultados sorprendentes, implica auténticos viajes gustativos, ofrece deliciosas combinaciones intuitivas.
Una buen desayuno vegano contiene todos los nutrientes, minerales y vitaminas que la vida posee. Es un conjunto de carbohidratos, proteínas y grasas saludables.
El pan germinado de centeno es una buena opción en esta ocasión: mantiene las propiedades del cereal intactas, ofreciendo la parte más valiosa de la semilla germinada. Fuente inagotable de vitamina B, estabiliza nuestro sistema nervioso, calma nuestras ansias mentales. También posee vitamina E, un poderoso antioxidante, perfecto para rejuvenecer los órganos interiores y tejidos exteriores. No faltan las proteínas vegetales y la fibra, elementos indispensables para asegurar el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
Al pan germinado le hemos agregado un untuoso guacamole mejicano, elaborado con aguacates ecológicos, limón y sútiles lágrimas de sal. Ornamentado con tomates cherry frescos y maíz, o nueces y albaricoque seco, el resultado es, cuanto menos, muy tropical.
Una autentica delicia para el paladar. Un verdadero tesoro nutricional.
